Y SIGUE…..
Por si alguien no lo ha pillado, su titulo hace referencia a que paulatinamente, pero sin entretenerse demasiado, la estación climatológica en la que estamos va tomando plena posesión e instalándose cada día con mas fuerza; lo que conlleva emparejado, junto a las tormentas y lluvias pertinentes, que los campos y sembrados que circundan el entorno del Pueblo, van agarrando mas fuerza, mas vigor, alistándose con tiempo suficiente para que cuando los termómetros, vayan ganando grados, las espigas hallan tenido tiempo suficiente para granar, y el manto herbáceo, de los campos en barbecho, también hallan cumplido su ciclo adecuado a que los nutrientes se hallan podido instalar proporcionando al ganado una alimentación rica y nutritiva. Y aquí en la ilustración que nos acompaña, y que sin siquiera salir de casa, solo mirando a través de la ventana, pude contemplar, observar, las idas y venidas del rebaño que habían traído a que aprovechase la abundante, jugosa, y suculenta comida que con las ultimas lluvias, gano en consistencia, para que las ovejas sacaran buen partido del prado. Lo que me traslada de alguna manera al hecho, – para mi normal, e integrado perfectamente -, de que la vida en los pueblos lleva incluida, irremediablemente, unos aspectos relativos a la actividad de la agricultura y ganadería, a saber : Que en ocasiones hay olores y sonidos, a los que las personas que han vivido siempre en ciudades, no terminan de entender, o les resultan no agradables. Sin embargo ellos mismos, no son conscientes de en que olores, vapores y ruidos, viven ellos inmersos en sus respectivas ciudades, además sin siquiera darse cuenta del nivel de polución ciudadana, al que diariamente, las veinticuatro horas, están sometidos. Llegando ha haberse dado casos anecdóticos, – Por decir algo suave -, de que en algún municipio de las montañas Cantábricas, han tenido que colocar señales metálicas en la calle, advirtiendo a los posibles turistas de las casas rurales, que en dichos lugares, aparte de los humanos, además viven, perros, gatos, gallinas, patos, caballos, vacas, ovejas, cabras,…….., y las normas por las que ellos se manejan, distan muchisimoooooo, de parecerse a las que rigen en las grandes urbes, – Pues no es la primera vez que, algún listo, ha denunciado a un vecino, porque los gallos con sus cantos, estorbaban el bienestar del interfecto,” hecho real “. -.
Puedo relataros que recuerdo hace ya bastantes años, que cuando regresamos a casa, en un valle Pirenaico, después de haber ido a pasar un fin de semana con los abuelos, y entrabamos a la calle en la que vivíamos , justo al lado de una cuadra de vacas, al sentir aquel aroma y comparar con lo que había experimentado pocas horas antes en la city; agradecía y valoraba enormemente el hecho.