EPILOGO 88. MOON´S FROOGS.

MOON´S FROGS.

La traducción seria como, Luna de ranas, pero me ha gustado mas la sonoridad de su nombre en ingles. En definitiva de lo que vamos a tratar en este escrito es a cerca de la Luna llena, que se produce cuando en la atmósfera, ambiente, y en el talante, empieza a dejarse notar mas calidez, la vegetación, la tierra y las aguas que discurren por el curso del riachuelo, se van atemperando, poniéndose mas cálidas, pues no en vano perciben que además en su periplo anual el astro-rey, camina próximo a su punto álgido, el solsticio de verano; y todo ello contribuye a que toda la Naturaleza tome buena nota del lugar cronológico y acompase su ritmo al objeto de no perder comba. Así que a la caída de la tarde, aproximándose por Levante la Luna contribuye participando en la escena haciéndose cargo de la iluminación, mientras las aves diurnas van silenciando sus trinos, para poder descansar protegidas mediante el silencio; de los búhos, lechuzas, y sus congéneres cazadores nocturnos; sin embargo precisamente los ruiseñores aprovechan con deleite estas atemperadas noches en las que incansablemente despliegan un abanico de melodías, variaciones, cantos, gorjeos, haciendo alarde de un virtuosismo digno de considerarlos unos auténticos Maestros del Canto. En contrapunto hallamos otros cantores menos expertos, monótonos, repetitivos, mono-temáticos, aburridos incluso, pero a los que este escenario que estamos describiendo, los resulta idóneo para sus costumbres y escarceos ; hablamos de las ranas y su croar, al que si atendemos con curiosidad y paciencia, podríamos percibir matices, inflexiones, tonos, con los que el acompañamiento a las estrellas nocturnas del concierto, – los ruiseñores -, permite por oposición, y contrapunto, tomar conciencia de la enorme diferencia entre ambos participantes.

Pero nos vamos a trasladar al mundo de los sueños, de los cuentos con los que antaño, los abuelos aderezaban las horas vespertinas junto al fuego, narrando a los peques alguna historia, medio inventada, medio real; o extraída a su vez de su anciana memoria, con la que el velo de la fantasía entretejía sus hilos en el tapiz cotidiano, mezclando ambos, imbricando los, dando forma al relato.

La Anciana abuela Rana, observaba entusiasmada a los nietos-renacuajos, ella sentada con las ancas medio sumergidas en su ancestral charco, mientras los cabezones de la caterva infantil, asomaban llenos de curiosidad, interés, y una pizca de inquietud, ante la incógnita de ? Con que los iba a sorprender La Abuela ¿. :

Hace bastante tiempo que muy cerca de mi charco había nacido una camada de renacuajos como vosotros, pero había uno de ellos que además sobresalía de sus hermanos por ser ¡¡ Mas Cabezón, en todos los sentidos ¡¡¡. Era muy rebelde, curioso, inquieto, inconformista, inquisidor, travieso, pero muy listo no solo inteligente, si no con un gran Corazón; se codeaba con todo bicho viviente y en una de aquellos encuentros con las golondrinas, cuando ellas en vuelo rasante se acercaban a beber agua del arroyo en donde El vivía, alguna de aquellas gráciles aves, le hablo de que no muy lejos de su casa, había una zona en la que una enorme superficie de agua, al anegar las orillas, convertían en Paules, muchas de ellas donde ademas abundaban exageradamente los insectos, con lo que su sustento estaba garantizado. Nuestro protagonista pidió que lo llevasen hasta alli para verlo, pero nuestras aéreas amigas, respondieron que ellas no tenían la fuerza suficiente para trasladarlo, pero que tal vez, su amiga la “ Garza mora “, con su grandes y esbeltas alas accediese a tal petición; al día siguiente nuestra zancuda amiga se presento por los aledaños del charco preguntando para encontrar al atrevido batracio; le costo bastante dar con el pues sus congéneres no se fiaban demasiado de las posibles intenciones del pájaro; al fin se encontraron y acordaron los términos del viaje de ida y vuelta. La Garza cuidadosamente lo tomo con su largo pico y emprendió el viaje con aquel insólito pasajero………….. Aquella fue la ultima vez que vieron u oyeron hablar del atrevido pequeño; nadie sabe si simplemente ni llego al pantano, o si por lo contrario encontró en su vuelo a Nils Holgersson, cabalgando sobre su ganso ártico y se apunto a la aventura. Aquella que narro la autora Selma Lagerlöf.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.