EPILOGO 90. LAS REDES.

LAS REDES.

Hasta hace a penas 20 años, con este nombre se hacia referencia a los aparejos asociados a las faenas de la pesca, y su relación con esta actividad. Sin embargo en las fechas actuales, además de esa primera acepción, y su significado – que casi ya ha quedado relegado a segundo plano -, Red se asocia mas con el termino de la informática y la comunicación, el entramado a veces casi global en el que la sociedad se ha metido ella sólita, por conveniencia, divertimento, aburrimiento, buscando ? Comunicación ¿, ser vistos, publicidad, reconocimiento, likes, oxitocina que aumente sus egos, maneras de que nuestro trabajo sea mas visible y llegue a mas posibles clientes, incluso buscan relacionarse, – ? Si es que aceptamos Hipopótamo, como animal de compañía ¿ -. Puede ser que alguno halla leído entre líneas y se halla percatado ya de un hecho incontestable, innegable; a saber, que Ya estamos atrapados en esas REDES, enredados, – nunca mejor dicho -, inmersos en esta enrevesada y enmarañada telaraña, en la que sutilmente sin querer, sin a penas darnos cuenta, como jugando hemos ido entrando, primero por curiosidad, pero día a día, pasito a pasito, en determinado momento en que hemos vuelto la vista atrás, observando con cierta sorpresa que también a nosotros nos esta tentando, tratando de convencernos de que “ Es solo por esta vez, un instante y nos salimos “, pero ……….

Ahora y precisamente mediante el uso de los nuevos Medios, y tecnologías, nos encontramos con una ilustración que nos muestra un ambiente, entorno, paraje, lo mas alejado del ámbito por el que hemos deambulado como de puntillas, hace unos instantes.

Plena Naturaleza, costa abrupta, intrincada, incluso desafiante en función de cual sea el carácter del mar aquel día, luces y sombras que van dando forma a los acantilados, las rompientes, invitando o no, según se muestren de amigables, a adentrarnos en sus entrañas a las que con su permiso y beneplácito, navegando aquellos rincones abovedados, como auténticos templos Naturales que de acuerdo a la hora del día nos ofrecerán su iluminación cenital de Gala, ofrecida mediante los destellos y reflejos instantáneos, casi efímeros, que la reflexión de la luz sobre la tersa superficie del agua, o las crestas del oleaje que inunda la cueva, creando la ilusión óptica de que alguna ninfa o tritón, en sus horas de asueto, se han ido encargando de disponer aquí y allá, buscando la mejor dirección de los rayos que como lanzas lasser van descubriéndonos, el paisaje que aquella perecederos brillos tiene a bien poner de manifiesto y ofrecerla a nuestros ojos, ahítos de asombro, ávidos de experiencias, que no nos permitan echarlas en saco roto, si no muy al contrario, nos sean casi una boya referencial, a tener en cuenta dentro de nuestra memoria, no tan solo por el disfrute visual o auditivo adjunto a la misma vivencia; además porque dicha experiencia tan alejada de lo convencional, seguro que permitió por decantación, acumular un residuo, un poso emocional de tal Calidad vibratoria y energética que la Consciencia lo hizo suya como acervo al que recurrir cuando tengamos necesidad de un empujón emocional. Porque:

LA MAGIA NO SE PUEDE EMPAQUETAR.

¡¡¡ Hay que VIVIRLA. ¡¡¡

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